El lentisco y sus posibilidades como bonsái

Comparado con otras especies, existe un cierto desconocimiento acerca del lentisco y sus posibilidades como bonsái. El objetivo de ese blog es adentrarnos en sus características y particularidades con tal de conocer más acerca de la Pistacia lentiscus.

Esta especie proviene de África, Oriente Próximo y de la Europa mediterránea, dónde es tan común como los olivos. Destaca por la fuerza de sus ramas y el verde intenso de sus hojas durante todo el año. Ese tono le diferencia de los árboles que le rodean en la naturaleza.

Lo primero que haremos es resolver una duda que muchos ya tendréis. No, la Pistacia no produce pistachos aunque ese fruto tan apreciado sí que proviene de la misma familia, concretamente de la Pistacia vera.

En la Pistacia lentiscus es apreciada su resina. A partir de ella se elabora la almáciga una goma aromática utilizada tanto en medicina odontológica como en la producción de barnices. Se utiliza también como aromatizante en licores.

Las Pistacias en la naturaleza

El lentisco tiene una gran capacidad para desarrollar raíces fuertes que se hunden hasta encontrar la humedad, lo que le permite vivir en terrenos secos y pedregosos. Gracias a esta habilidad, a diferencia de los árboles de su alrededor, mantiene sus hojas verdes durante todo el año.

El lentisco en bonsái

Los lentiscos tienen un interés especial para los aficionados al bonsái. Si aprendes a trabajar su madera, que es muy dura, sabrás trabajar la mayoría de los bonsáis.

La Pistacia en bonsái, tiene un crecimiento muy lento, lo que favorece a la dureza de sus ramas y produce unos troncos secos muy valorados por los aficionados. Destaca el contraste de la madera con el verde de sus hojas y el color de sus frutos y flores.

Debemos tener en cuenta que, aunque se trata de un bonsái muy resistente, no soporta bien las heladas, por lo que deberemos protegerlo.

Floración y frutos de la Pistacia

Existen lentiscos macho y hembra. Entre marzo y abril los machos brotan con unas vistosas flores rojas, que debido al polen se vuelven de un tono amarillo al abrirse. La floración en las hembras no es tan vistosa, en contrapunto son las que producen el fruto, unas bayas de un rojo intenso que maduran a finales de verano.

Cuando podar el lentisco bonsái

La poda del bonsái Pistacia lentiscus se realiza a finales de invierno. Gracias a la poda se consigue que mantenga el vigor en todas sus ramas.

Tras la poda deben quedar pocas hojas. Pasadas unas semanas empezará a rebrotar, al mismo tiempo que las raíces crecen de forma vigorosa.

El pinzado de los lentiscos

Los brotes de los lentiscos se dividen en dos grupos dependiendo del crecimiento.

Por un lado, los muy vigorosos que crecen ininterrumpidamente durante toda la temporada y se desarrollan tras una poda con fuerza. Son las ramas de los árboles jóvenes y los chupones.

Por otra parte, los brotes de los lentiscos más formados. Las ramas más maduras crecen hasta cierto punto y se detienen hasta la siguiente temporada.

Alambrado de la Pistacia

En el siguiente vídeo podrás ver como aclarar, escoger los pisos y alambrar un prebonsái de Pistacia lentiscus:

 ¿Cuándo trasplantamos una Pistacia?

La Pistacia es un árbol que puede aguantar muchos años en una misma maceta. Mientras tanto, antes el trasplante y a modo de mantenimiento, iremos renovando la primera capa de sustrato, eso permitirá asegurar un buen drenaje en el riego.

Cuando sea necesario trasplantar será el mismo árbol quién lo indique. Sus hojas se tornarán de un tono amarillo y apagado, que contrastará con el verde oscuro y brillante de los que se encuentran en buen estado. Otra forma de saberlo será cuando al renovar la primera capa de sustrato, esta se encuentre llena de raíces finas.

El mejor momento para el trasplante es unas semanas después de una buena poda, cuando los nuevos brotes empiezan a despuntar. El crecimiento de esos brotes provocará también el de las raíces, facilitando la adaptación.

Abonado

Los lentiscos se cultivan en sustratos muy duros. Esta tierra al principio es casi estéril, por lo que se utilizarán fertilizantes orgánicos para activarla. Una buena opción para abonar las Pistacias es el abono órgano-mineral Hiryo Gold.

A la hora de abonar una Pistacia bonsái, se tendrá en cuenta no facilitar el espacio entre los brotes. Para conseguir-lo evitaremos favorecer su crecimiento, reduciendo el abonado en las épocas que no esté brotando o bien brote menos.

Se abonará con más frecuencia cuando los brotes se hayan desarrollado, normalmente eso ocurre entre mediados de mayo y junio. Aunque durante el verano seguirá brotando, durante estos meses reduciremos la cantidad.

Entre final de agosto y octubre, con tal de que tenga reservas en invierno, se abonará de forma abundante, unas dos veces al mes con mucha cantidad.

El bonsái Pistacia lentiscus agradece mucho la aportación de quelato de hierro, mejorando de forma considerable su cultivo. En nuestra tienda online podrán encontrar el quelato de hierro Ferrobonsai.

El riego en la Pistacia

Es un bonsái que requiere ser regado con mucha frecuencia, debido a sus características y las del suelo drenante en el cual se cultivan.

Esperamos que este blog te haya servido para familiarizarte o resolver tus dudas sobre la especie.

Ahora que conoces más acerca del lentisco y sus posibilidades como bonsái, ¿Te atreves con un prebonsái Pistacia lentiscus?

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